Contenido
¿Ya sabes qué tipo de piel tienes y que cuidados debes tener para que luzca resplandeciente?
En este artículo explicamos cómo identificar el tipo de piel que tienes y cómo sacarle el máximo partido.
Pero antes de contarte cuál es tu tipo de piel debemos saber y comprender su estructura y para qué sirve.
¿Cuál es la estructura de la piel y su función?
La piel es el órgano más pesado del cuerpo y su superficie es la más grande. Se compone de tres capas:
- La epidermis. Es la capa superior y su función es protegernos contra ataques externos como el agua, el aire, el calor, el frío, etc. Los rayos ultravioleta, la contaminación o los gérmenes son agentes que la agreden constantemente. En este sentido sufre una lucha constante para poder mantener su equilibrio en nuestro organismo.
- La dermis. Es cuatro veces más gruesa que la epidermis y actúa como apoyo a esta. Su función es alimentar a las células cutáneas, eliminar deshechos o regular la circulación sanguínea. Contiene elastina y colágeno para mantener la flexibilidad y elasticidad.
- La hipodermis. Es la parte grasa que nos protege contra impactos, ayuda a mantener la temperatura corporal y sirve de apoyo a estructuras como son las raíces del vello. Esta capa está principalmente formada por adipocitos que se encargan de almacenar grasa. Si te alimentas más de lo necesario o por el contrario tienes déficit alimenticio, tu organismo utilizará esta capa para almacenar o liberar grasa.
Ahora que ya conoces las diferentes capas y su función, te exponemos los diferentes tipos de pieles para que identifiques cual es la tuya y apliques el cuidado más apropiado.
Piel mixta
Se denomina mixta porque es una combinación de dos tipos de piel: normal-grasa y seca-grasa. Su aspecto es brillante en lo que se denomina zona T (frente, nariz y barbilla) y desarrolla impurezas. Sin embargo la piel de la zona de las mejillas es normal o seca. Para mantener un equilibrio natural de este tipo de piel debes utilizar un producto específico para este tipo.
Características de la piel mixta:
- Brillo grasiento.
- Desarrollan impurezas en la zona T.
- Mejillas secas.
Consejos para tratar la piel mixta:
- Limpia tu piel con agua micelar.
- Lávate la cara con agua tibia.
- Utiliza crema hidratante solo en los contornos de ojo y labios.
- Utiliza protector solar para piel grasa.
Piel seca
¿El aspecto de tu piel es áspero o descamado? Este tipo carece de hidratación y lípidos y como consecuencia será menos elástica, tirante y puede llegar a picar. Suele reaccionar irritándose frente a agentes ambientales externos.
Características de la piel seca:
Es tirante y suele picar.
Su aspecto es áspero o descamado fino.
Reactiva a las temperaturas extremas.
Consejos para tratar la piel seca:
- Sigue una dieta saludable y bebe agua en abundancia (2 litros/día).
- Utiliza leche limpiadora.
- Utiliza protector solar para piel seca.
- Complementa con una hidratante nocturna.
- Para relajar tu piel seca utiliza productos que contengan aceites naturales.
Piel normal
Una piel normal se caracteriza por ser suave de tono rosado y pequeños poros. Para mantener este tipo, necesitas hidratación y protección y tener tu ritual de cuidado facial personal.
Características de la piel normal:
- Suavidad y poros pequeños.
- Tono rosado.
- Buena circulación y elasticidad.
Consejos para tratar la piel normal:
- Cuidado facial noche/día para mantener su frescura.
- Exfoliación suave dos veces por semana.
- Masaje facial suave para estimular la circulación.
- Utiliza una crema específica para el contorno de los ojos.
Piel grasa
Este tipo tiende a producir más sebo del necesario, debido principalmente por disposición genética, estrés y fluctuaciones hormonales. Como consecuencia, se ve afectada con granos y espinillas.
Características de la piel grasa:
- Poros de gran tamaño.
- Brillo en la piel.
- Contiene impurezas.
Consejos para tratar la piel grasa:
- Utilización gel limpiado.
- Tónico equilibrante libre de alcohol.
- Utiliza protector solar para piel grasa.
- Controla el estrés.
Piel sensible
El aire seco de la calefacción, la luz UV o el estrés son factores externos que afectan a la sensibilidad. Si pierde su equilibrio, empezarás a sentirla tirante, picará y se enrojecerá. Este tipo requiere de unos cuidados muy específicos que le proporcionen alivio y fortalezcan su barrera de protección natural.
Características de la piel sensible:
- Sensible a factores externos.
- Tirante y con picores.
- Tiende a enrojecerse.
Consejos para tratar la piel sensible:
- Utiliza cremas que protegen frente a factores ambientales.
- Después de lavar tu piel, sécala con suaves toques, nunca frotes con fuerza.
- Utilización de productos faciales sin perfumes, causan irritación.
- Evita la comida picante, a este tipo de piel no le sienta nada bien.
Piel madura
Este tipo acusa la falta de hidratación y elasticidad. Según el paso de los años la piel se ve afectada por ciertos procesos que cambian su estructura y la actividad que realiza. Una menor actividad celular, regeneración más lenta o una menor producción de colágeno son algunos de estos procesos. Por suerte grandes innovaciones de productos y servicios estéticos o tratamientos faciales pueden reducir las líneas de expresión, arrugas o manchas faciales.
Características de la piel madura:
• Menor elasticidad.
• Falta de hidratación.
• Tono oscuro de arrugas, manchas faciales y líneas de expresión.
Consejos para tratar la piel madura:
- Protégela del sol.
- Utiliza contorno de ojos para el cuidado de tu piel madura.
- Nutre tu piel con mascarillas hidratantes y aceites de calidad.
- Utiliza cremas de estimulación y regeneración celular.
Seguro que ya has identificado tu tipo de piel y algunas medidas a llevar a cabo para que su aspecto siga siendo el que deseas.
Desde Clínica Reabel queremos seguir ayudándote a sentirte más bella y natural. Por ello, si quieres conocer el tratamiento facial que mejor se adapta a tus necesidades, te invitamos a que respondas un breve cuestionario y así podremos darte un diagnóstico online.
Finalmente, si estas interesad@ en concertar una cita, no dudes en ponerte en contacto. Trataremos tu caso en una primera consulta sin compromiso ni coste para ti.
¡Te esperamos! 🙂
He aprendido con tu artículo. Gracias.
Nos alegramos de que te haya resultado interesante. ¡Muchas gracias por seguirnos! 🙂